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Episodio 019. El de cuando reconocemos a los perros pero no a las personas - Leslie Spellman

Actualizado: 23 nov 2022

Hemos vuelto!!


Un parque natural frondoso, verde...En otoño todo es naranja, un lugar mágico donde las familias pasean, se hacen picnics, todo es muy tranquilo... Un sitio que no merecía ser testigo de algo que, para nosotras, es atroz.

Os traemos la trágica historia de Leslie Spellman. Una chica joven, aventurera, buena persona, emprendedora... Hasta que tomó una decisión que lo cambiaria todo.

⚠️AVISO⚠️

No podemos evitar que nuestros bichos siempre tengan algo que decir. Por favor, cuidado los que nos escucháis con cascos (pondremos remedio).

La mañana del 19 de junio, en 1977, sobre las 9 de la mañana, Gordon Weetman y su mujer Ann, se apearon a las afueras del parque nacional Acadia National Park, para visitar los preciosos Asticou Azalea Gardens. Este PRECIOSO lugar cuenta con jardines con una gran variedad de plantas y flores.

Aunque técnicamente está separado del Acadia National Park, a menudo se incluye en la lista de cosas que hacer para los visitantes. El lugar tiene muchos arcos florales naturales, estanques reflectantes y una exuberante vegetación que sin duda, nadie quiere perderse.

Asticou Azalea Gardens

Tras aparcar el coche, la familia salió y emprendió su caminata. Menos de 25 pies por el sendero, Gordon, el padre, se detuvo abruptamente en seco. No podía creer lo que estaba viendo.

Allí, al lado del sendero, había un cuerpo ensangrentado y aparentemente sin vida.

Gordon declaró que no sabia si era un hombre o una mujer, pues su rostro estaba completamente ensangrentado... y obviamente la familia no se quedó para comprobarlo. Rápidamente alejó a su esposa e hijos del área y condujo frenéticamente una milla por la carretera hasta la ciudad de Northeast Harbor para pedir ayuda.

En una cabina telefónica en Main Street y llamó al 911.


El pánico en su voz hizo difícil entender qué estaba diciendo exactamente el tipo al otro lado de la línea, pero una vez que Earnest (el que respondió la llamada) logró que el hombre se calmara, le dijo que colgara y se dirigiese a la comisaría para explicar lo que estaba pasando en más detalle.

Minutos después, Gordon llegó a la estación de policía de Northeast Harbor y le reveló sin aliento a Earnest lo que él y su familia habían visto. Le dijo al oficial que había lo que parecía ser el cuerpo ensangrentado de un hombre en el camino cerca del parking de Asticou Azalea Gardens y que alguien debería subir rápidamente y comprobarlo.


Earnest sabía que el lugar del que hablaba Gordon, era una zona a unos 100 metros de la entrada de Maine, sabía que habrían cientos de personas inundando esa área un domingo. por consiguiente, tenían que actuar rápido. Llamó de inmediato a uno de sus colegas, el sargento Tyrone Smith, a su casa y lo alertó del espantoso descubrimiento cerca del parque.

Según el informe de John F. Cullen y Anson Smith para The Boston Globe, Ernest declaró: “Nunca pensé que fuera un asesinato. Supongo que porque nadie ha sido asesinado aquí antes."

Earnest se quedó en la comisaría con los Weetman y su sargento se desplazó al lugar para ver a qué se enfrentaban. Unos minutos después de que Tyrone llegara a la escena, llamó por radio a Earnest para informarle que estaban tratando con un 10-49... código abreviado para homicidio.


Un asesinato en el parque era lo último que esperaba que su departamento tuviera que manejar en medio de la temporada alta en Acadia. Reconociendo a lo que se estaban enfrentando, no tardaron mucho en llamar a la Policía Estatal de Maine para pedir ayuda. Earnest, Tyrone y sus colegas estaban mal equipados para gestionar una investigación tan grande. Necesitaban la ayuda de un verdadero detective y eso es lo que obtuvieron cuando el detective de la policía estatal Edward Mandell fue asignado al caso.

El detective Mandell llegó a la escena del crimen aproximadamente una hora después del descubrimiento del cuerpo sobre las 10:15 de la mañana, para comenzar su investigación.


Lo primero que notó fue que Gordon Weetman había informado erróneamente que la víctima era un hombre. En realidad, se trataba de una mujer joven de cabello castaño claro, tez aceitunada y ojos grises. Parecía tener poco más de 20 años y medía alrededor de metro y medio de altura con una constitución delgada.

No había duda de que esta mujer había sido asesinada. Tenía múltiples cortes profundos en la cabeza y parecía tener una mandíbula rota. Claramente estas heridas, no provenían de un ataque de un animal o un accidente. Parecían ser violentamente intencionales.

Otro indicio de que había sido atacada, era el hecho de que estaba parcialmente desnuda. Le faltaban los zapatos y los pantalones. La única ropa que tenía puesta era un jersey beige/marrón, un chaleco de nailon granate, ropa interior y calcetines rojos hasta la rodilla.

No llevaba ningún tipo de identificación que pudiera ayudar a los investigadores a tener idea de quién era o de dónde era. En primera instancia, la falta de cartera, podía indicar como posible motivo un robo... pero para el detective Mandell eso no concordaba por completo. Principalmente porque la víctima aún llevaba joyería cuando la mataron, y el asesino no se las había llevado. Las piezas parecían únicas/diferentes. Tenía un anillo de ojo de tigre ovalado y un brazalete de madera tallado a mano con forma de serpiente.

Mientras procesaban la escena del crimen, notaron que el suelo debajo del cuerpo de la víctima estaba húmedo pero su ropa estaba seca.


Según varios informes, el área había recibido una cantidad significativa de lluvia antes de las 6:00 de la mañana de ese mismo día. En algún momento entre las 5:30 am y las 6:00 es cuando la llovizna cesó. Así pues, los investigadores concluyeron que debido a que el cuerpo de la mujer estaba sobre suelo húmedo, pero ella y su ropa estaban secas, lo más probable es que significara que no había estado en el sendero mucho antes de que la encontraran.

Sugería que había llegado allí después de que dejase de llover, en algún momento después de las 6, pero antes de que la encontraran a las 9:00, una ventana de unas tres horas.

Esto les ayudó a reducir significativamente la hora de su muerte o al menos determinar mejor cuándo habría estado su asesino en el área. Lo más probable es que el sospechoso estuviera aparcado en el mismo aparcamiento público que la familia Weetman.


Según el libro de Randi Minetor, "Death in Acadia and Other Misadventures in Maine's National Park", el detective Mandell logró encontrar el arma homicida de la escena del crimen durante su búsqueda inicial, pero nunca se ha revelado que arma era. Lo que sí que sabemos en que en base al hecho de que el arma homicida estaba ubicada cerca del cuerpo, y tuvo una pérdida significativa de sangre donde fue encontrada, los investigadores asumieron con un alto grado de certeza que había sido asesinada allí mismo.

Después de horas de procesar la escena, los investigadores transportaron a su Jane Doe a la oficina del médico forense jefe de Maine para una autopsia. Según el informe de Maureen Williams para The Bangor Daily News, el médico forense determinó que la víctima no había sido agredida sexualmente, a pesar del estado en el que había sido encontrada.


En su informe, el médico forense señaló que aunque no había signos evidentes de que se hubiera producido una agresión sexual aún podría haber una motivación sexual para el crimen.

El médico descubrió que dicha "Jane Doe" (nombre con el que se denomina en EEUU a mujeres sin identificar), no tenía comida ni líquido en el estómago, lo que indicaba que había pasado un tiempo desde su última comida. Su examen de toxicología resultó negativo para alcohol, pero que no podía determinar si había drogas en su sistema. Una declaración bastante extraña... pero debemos recordar que estamos hablando de 1977, no estamos seguras si los análisis de sangre post-mortem para drogas eran estándar en aquel entonces.


Oficialmente la causa de la muerte de la víctima fue un traumatismo contundente en la cabeza. Había sufrido múltiples fracturas de cráneo como resultado de dichos golpes.

Las radiografías y la patología mostraron que el golpe inicial que probablemente la incapacitó fue en un lateral de la cabeza. Esta lesión, es la que probablemente le rompió la mandíbula. Tras quedar inconsciente, su atacante asestó varios golpes fatales más.

El médico escribió en su informe que, según el ángulo del primer golpe, parecía posible que la mujer estuviera huyendo de su asesino cuando fue atacada.

Otra información que reveló la autopsia, es que a la víctima se le habían realizado algunos trabajos dentales en su vida porque tenía varios empastes que probablemente se colocaron durante su infancia. A parte de esto, Jane Doe parecía que gozaba de buena salud y no habían indicaciones de tener antecedentes de uso de sustancias, trauma o signos de vivir un estilo de vida transitorio.


Esto dio a los investigadores la esperanza de poder identificar rápidamente a Jane Doe. Si no era alguien que vivía al margen de la sociedad, seguramente pertenecía a una familia y tenía seres queridos que se habrían dado cuenta de que había desaparecido y la estarían buscando.

Las autoridades dieron a conocer su descripción a los medios locales y enviaron copias de sus huellas dactilares a agencias externas, en caso de que pudiera tener un registro de arresto en otras zonas de Nueva Inglaterra.


En cuestión de días, cientos de llamadas de familias de mujeres jóvenes desaparecidas llegaron a la estación de policía de Northeast Harbor y los detectives revisaron cada una de ellas, pero ninguna de las descripciones coincidía con la víctima.


Hicieron comunicados, solicitando a los lugareños, fuera de Northeast Harbor y de otras ciudades alrededor del parque nacional que se presentaran si tenían alguna información o escuchaban algo que pudiera estar relacionado con el caso.


Durante la primera semana, la policía entrevistó a cientos de personas, incluidos empleados del Parque y Azalea Gardens... pero no lograron ninguna nueva información.


Según el libro de Randi Minetor, nadie parecía haber conocido a la mujer o siquiera haberse cruzado en su camino. Esto frustró a los investigadores porque había opciones muy limitadas de alojamiento, restaurantes y tiendas fuera de los límites del parque, si su Jane Doe estaba acampando en el área, alguien debería haberla visto o haberse cruzado con ella en algún momento.

Sin embargo, por otro lado, si ella no estaba de visita sino que fue traída a Acadia desde el continente... entonces las autoridades iban a tener serios problemas para identificarla.

Dado que nadie en los pequeños pueblos de Mount Desert Island parecía saber quién era esta mujer, la policía estatal trajo a un artista forense para que hiciera un boceto.

Una vez estuvieron estuvo satisfechos con el parecido del dibujo a la joven, lo entregaron a la prensa y se publicó en varios periódicos regionales en el área de Nueva Inglaterra, incluido The Boston Globe. La policía se arriesgó y publicando información detallada sobre el tipo de ropa que llevaba puesta y las piezas de joyería que habían encontrado.


RETRATO DE "JANE DOE"

En uno o dos días, la policía recibió una pista prometedora.


Un empleado de una gasolinera en Mount Desert Island le dijo a la policía que vendió $3.00 en gasolina a un hombre que conducía un vehículo antiguo de color oscuro alrededor de las 10:00 de la noche el sábado 18 de junio. Recordaba haber visto a una mujer que se parecía mucho a la descripción de Jane Doe sentada en el asiento delantero del coche con un pequeño perro desaliñado que llevaba un pañuelo rojo en lugar de un collar. El testigo dijo que podía recordar detalles tan específicos sobre esta interacción, porque le gustó lo adorable que era el terrier y bromeó con la pareja sobre que nunca había visto a un perro usar un pañuelo como collar.


En las mismas fechas en que este dependiente dio esta información, otra persona llamó para informar que había visto a un pequeño perro desaliñado que llevaba un pañuelo rojo, siendo abandonado empujado fuera de un coche en movimiento en la Ruta 198 cerca de Azalea Gardens alrededor de las 6:15 de la mañana del domingo. , 19 de junio, la misma mañana en que habían encontrado a Jane Doe.

Desafortunadamente, este segundo testigo no pudo recordar ningún detalle sobre la persona que habían visto conduciendo el coche. Lo único que recordaron fue que después de que abandonasen al perro, el conductor aceleró hacia el sur de la isla, un área conocida como Seal Harbor.


Debido a todas estas declaraciones, la policía sospechaba que el perro tenía alguna conexión con su víctima.


Cuando las autoridades anunciaron que estaban tratando de encontrar al perro, no tardaron en localizarlo y saber que había sido encontrado la tarde del 19 de junio deambulando por la carretera cercana que conduce a los jardines. Había sufrido una lesión en el hombro pero por lo demás estaba bien.

Debido a que el perro no tenía collar ni ningún otro tipo de identificación, por desgracia, no les llevó a ninguna parte esta nueva pista. Los investigadores no pudieron usarlo para confirmar la identidad de su Jane Doe... pero estaban seguros de que estaba conectado con ella.


Así pues, por el momento, la policía tuvo que dejar de lado la información y seguir investigando.


Según un informe de The Boston Globe, inspeccionando la ropa de su víctima, notaron que su chaleco fue fabricado por una compañía de ropa específica. Inmediatamente contactaron con esa empresa y pudieron rastrear el chaleco hasta la tienda específica en Boston, Massachusetts, donde se había vendido. Los investigadores de la policía estatal fueron a la tienda y hablaron con un empleado que dijo que recordaba haberle vendido el chaleco a una mujer joven de unos 20 años, pero que no recordaba su nombre.


El 26 de junio, ocho días después, una mujer que vivía a cinco horas y media de distancia en Hingham, Massachusetts, llamada Betsy Spellman, se encontraba en su casa leyendo un artículo en The Boston Globe que hablaba sobre todo lo que estaba ocurriendo en Maine con respecto a una Jane no identificada fallecida. Se quedó helada con lo que detallaba la última actualización del caso... algo sobre un chaleco granate...


Pasó la página frenéticamente y siguió leyendo... fue entonces cuando vio lo que ninguna madre debería tener que ver...


Betsy no podía creer lo que veía... en su periódico dominical había un boceto de una mujer que, según la policía, no estaba identificada... Pero, por desgracia. ella sabía sin lugar a dudas que el rostro que estaba mirando era el de su hija, de 27 años. Leslie Spellman.



Al día siguiente, Betsy envió a su otra hija, Amy, a la policía de Northeast Harbor en Maine. Se llevó los registros dentales de su hermana Leslie y en cuestión de horas se confirmó, para el horror de la familia, su peor sospecha.


La policía confirmó la identidad de su Jane Doe como Leslie Spellman.


Hablando con Amy, conocieron que a principios de ese verano, ella y Leslie habían comenzado a recorrer como mochileras un sendero de 270 millas llamado The Long Trail que atravesaba la cresta principal de las Montañas Verdes. Según la web del Green Mountain Club, The Green Mountains se extiende desde la frontera del estado de Massachusetts a través de Vermont y hasta la frontera con Canadá.

Amy comentó a las autoridades que se había separado de su hermana en Vermont el sábado 18 de junio... un día antes de que mataran a Leslie.


La noche del 17 ambas se habían quedado en casa de un amigo de la familia. Dijo que la última vez que vio a su hermana, Leslie mencionó que tenía planes de hacer autostop al norte de Maine, a una comunidad que brindaba alojamiento y era una especie de comuna para personas a las que les gustaba el yoga y la iluminación espiritual.

Amy decidió marchar al sur y dirigirse a Nueva York para visitar a sus amigos... mientras que Leslie se dirigió al norte.

Según Amy, Leslie había trabajado como instructora de yoga en Hingham y era una persona apasionada y trabajadora que fabricaba sus propias joyas y aprendió sola a tocar la mandolina en su tiempo libre.

La comuna a la que se dirigía Leslie era una comunidad Ashram, y estaba ubicada cerca del Parque de Acadia, aunque no está claro si Leslie llegó a su destino. Según las pruebas, parece que nunca llegó, principalmente porque Amy la vio por última vez en la mañana del 18... y fue hallada muerta en la mañana del 19.


En 1977, hacer autostop era algo habitual. Amy dijo que le gustaba hacer autostop y viajar por todo el país vendiendo joyas hechas a mano. Dijo que ella y Leslie siempre lo hacían cuando iban de mochileras juntas. Era como se movían.


Pero el 18 de junio fue la primera vez que Leslie hizo autostop sola.


Amy también los ayudó a saber dónde podrían comenzar a buscar para ubicar las áreas que su hermana podría haber estado acampando. Explicó que su hermana no era el tipo de persona que instalaría un campamento en un lugar designado. Le gustaba buscar un buen lugar fuera de los caminos trillados y disfrutar de la tranquilidad que ofrecía el bosque. No le gustaba estar abarrotada de visitantes ruidosos y turistas.


También proporcionó a los investigadores otra información crucial. Dijo que Leslie había estado viajando con su perro. Un terrier desaliñado llamado Taylor... que siempre usaba un pañuelo rojo alrededor del cuello en lugar de un collar.


El relato del dependiente de la gasolinera de Mount Desert Island, ubicaba en Mount Desert Island, con vida, solo ocho horas antes de su muerte a Leslie... en compañía de un extraño.


Los investigadores llevaron a Amy a la perrera donde tenían al pequeño Taylor y ella lo identificó positivamente como el de viaje de su hermana.


Así pues, la mayor pregunta era, quién era el hombre con el que estaba?


Solicitaron la colaboración del empleado de gasolinera y junto con un artista crearon un boceto del tipo que acompañaba a Leslie pero... la policía nunca ha hecho pública esa imagen.


Esto es MUY frustrante. ¿Por qué hacer un boceto si no vas a publicarlo con la esperanza de que alguien le identifique?


Claramente, esta persona fue si no la última, una de las últimas personas en ver a Leslie con vida y posiblemente fuera su asesino.


Adicionalmente, descubrieron, que Leslie llevaba consigo equipo de campamento: una tienda de campaña para dos personas, un saco de dormir rojo, mucha ropa y un diario en el que escribía todos los días.


Los oficiales y los equipos de búsqueda recorrieron el Parque Nacional Acadia durante días tratando de localizar cualquiera de esas pertenencias en áreas del parque que bordeaban las carreteras principales... pero no apareció nada.


A pesar de sus mejores esfuerzos para localizar cualquier cosa que pudiera coincidir con sus pertenencias, la policía volvió con las manos vacías.


Decidieron que lo mejor que tenían para trabajar era una línea de tiempo aproximada de lo que creían que eran los últimos movimientos de Leslie antes de su asesinato.


Desde Vermont, había un viaje de unas seis horas para llegar al Parque Nacional Acadia en Maine. Gracias a las declaraciones del empleado de la gasolinera, sabían que probablemente Leslie se encontraba a las 10:00 de la noche en dicha gasolinera. Eso significaba que había llegado allí desde Vermont gracias a alguien desconocido (probablemente haciendo autostop). No tenían forma de saber si ella había hecho varios viajes haciendo autostop durante su trayecto o si simplemente había viajado con una sola persona.


Así pues, tenían una ventana de tiempo desde las 10:00 de la noche del sábado hasta las 6:00 de la mañana del domingo por la mañana, en que no sabía que había sucedido.


La teoría predominante era que el hombre con el que había sido vista por última vez había llevado a Leslie a Azalea Gardens y decidió que quería robarle o agredirla sexualmente y ella se defendió, siendo entonces cuando su atacante la mató.


A pesar de tener una idea bastante sólida de lo que podría haber sucedido y cuándo... todavía no estaban cerca de descubrir quién era el responsable.


Según un informe de Cullen y Anson para un artículo del Boston Globe publicado en julio de 1977, unas semanas después del asesinato, el detective principal del caso, Edward Mandell, dijo: "Ojalá pudiera decir que tenemos algo sólido para continuar, pero la verdad es que no tenemos nada que nos ayude a identificar al asesino."


En las semanas posteriores al asesinato, los investigadores estaban desesperados por obtener más información y confiaban en que saldría más testigos que vieron algo, pero que por alguna razón aún no se habían presentado.


A fines de julio, aproximadamente un mes después del crimen, uno de los amigos de Spellman ofreció una recompensa de $1,000 por información que condujera a la condena del asesino. La policía tenía la esperanza de que el dinero convencería a alguien de presentar incluso la más mínima información o evidencia... pero desafortunadamente nadie pudo proporcionar nuevos datos.


La recompensa quedó intacta y no se materializaron nuevas pistas.


En agosto, las autoridades finalmente consiguieron un nuevo hilo.


Según The Hartford Courant, el 22 de julio de 1977, una madre de siete hijos de 29 años llamada Cheryl Beaudin, junto con todos sus hijos y una sobrina fueron asesinados en Waterbury, Connecticut.


En cuestión de días, la policía arrestó a un hombre llamado Lorne Acquin por el crimen. No fue difícil para los investigadores seguir un rastro de pistas que los llevó a Lorne.

Lorne era el hermano adoptivo de Cheryl y tenía problemas con el marido de esta, Frederick.

Se encontraba en libertad condicional en el momento de los brutales asesinatos y fue visto con la familia solo unas horas antes de que los mataran. Debido a sus antecedentes penales y los testigos que lo ubicaron en la casa de la víctima en el momento del crimen, fue detenido para interrogarlo.

Mientras, se registraba la casa y el coche de Lorne, y ahí la policía descubrió ropa y zapatos ensangrentados. Después de esos descubrimientos, Lorne confesó bastante rápido los asesinatos.

A primera vista, el asesinato de Cheryl y su familia parecía muy diferente al de Leslie.

Los crímenes se cometieron con horas de diferencia, en diferentes estados, en circunstancias muy diferentes. El caso de Leslie fue un posible secuestro con homicidio y una sola víctima, mientras que el caso de Beaudin fue un asesinato en masa de toda una familia.

Pero cuando las autoridades de Connecticut registraron el automóvil de Lorne Acquin, tuvieron mucho cuidado con las muestras de evidencia que extrajeron. Según un informe de laboratorio del FBI en el caso de Cheryl, la policía de Connecticut encontró pelos de perro en el coche de Lorne que eran, "compatibles con el perro de Leslie Spellman".


Según el artículo de John F. Cullen para el Boston Globe publicado en octubre de 1977, Mandell, que dirigía la investigación del asesinato de Leslie, dijo que confiaba en que los pelos encontrados en el caso de Connecticut podrían estar relacionados con el perro de Leslie, Taylor. Mandell dijo que el pelo tenía el mismo color, textura y composición química que el de Taylor. Sin embargo, simplemente no podían estar 100% seguros porque, casualmente, también había un perro presente en la escena del crimen de Connecticut.


Según los informes de prensa, por fortuna, el perro de la familia Beaudin resultó ileso y se enontraba en el patio trasero durante el crimen.

Aunque no se especificó cuál era el arma homicida en el caso de Leslie, Mandell anunció a los periodistas que Lorne había usado un instrumento contundente similar en los asesinatos de Cheryl y su familia, además en ambos casos el asesino era diestro. Adicionalmente, se desconocía el paradero de Lorne, durante el período de tiempo exacto en que Leslie había sido asesinada.


Sin embargo, lo más condenatorio de todo fue que Lorne encajaba con la descripción del hombre que el empleado de la gasolinera en Mount Desert Island le había proporcionado a la policía estatal. El coche de Lorne también era el estilo de vehículo en el que el empleado recordaba haber visto a Leslie y su perro sentados.


Por desgracia, por muy prometedora que pareciera esta pista, el abogado defensor de Lorne en Connecticut, un tipo llamado John Williams, expresó públicamente su indignación porque los investigadores de Maine estaban tratando de culpar a su cliente del asesinato de Leslie.

Según un informe de The Bangor Daily News, Williams fue tan lejos como para decir que el detective Mandell debería haber sido despedido por sugerir un vínculo entre los dos crímenes sin evidencia para probarlo o para hacer un arresto. Al sugerir que había un vínculo entre los dos casos y su cliente, sin que la policía estableciera una causa probable definitiva, Lorne nunca recibiría un juicio justo por los cargos que ya enfrentaba en Connecticut.

Afirmó que tenía siete testigos que vieron a Lorne en Waterbury, Connecticut, entre el 17 y el 19 de junio, lo que significaba que su cliente no podía haber estado en Maine asesinando a Leslie Spellman.


Debido a que Williams levantó tanto alboroto sobre el tema, el detective Mandell y los investigadores de Maine decidieron no interrogar a Lorne sobre el asesinato de Leslie hasta que terminara su juicio por los asesinatos de Connecticut.


Según informes de prensa, ese juicio tardó más de dos años en celebrarse. Finalmente, en 1979, Lorne fue declarado culpable de matar a Cheryl Beaudin y su familia y condenado a cadena perpetua.


Tras el juicio, todos los vínculos circunstanciales que el detective Mandell había insinuado entre el asesinato de Lorne y Leslie habían desaparecido por completo del radar de todos y Lorne nunca fue interrogado sobre el asesinato de Leslie.


Hasta el día de hoy, nunca ha sido nombrado sospechoso formal en el caso.


Así, el caso quedaría congelado hasta el año 2000.


JAMES HICKS

Ese año, un hombre llamado James Hicks, originario de Maine, fue arrestado en Texas por robo con agravantes. Mientras estaba bajo custodia, Hick confesó que él era responsable de la muerte de varias mujeres de Maine que habían sido reportadas como desaparecidas.

Le dijo a las autoridades de Texas que, a cambio de poder cumplir su sentencia de prisión en Maine, llevaría a los investigadores de Nueva Inglaterra a los restos de sus víctimas.


James confesó haber matado a una mujer de 34 años llamada Jerilyn Towers en 1982 y a una mujer de 40 años llamada Lynn Willette en 1996. Hicks ya había pasado seis años en prisión desde 1983 hasta 1990 tras haber sido declarado culpable de asesinato en cuarto grado en relación con la desaparición de su primera esposa, Jennie Hicks. Jennie desapareció en 1977 y se dio por muerta.


Según un estudio del caso realizado por psicólogos de la Universidad de Radford, Hicks fue extraditado a Maine y llevó a los investigadores a los restos de las tres mujeres. Jennie... Jerilyn y Lynn.


Jennie Hicks fue desmembrada y sus restos esparcidos en bosques cerca de Carmel, Maine y los restos de las otras dos mujeres fueron encontrados enterrados cerca de Jenkins Beach en Bangor, Maine. Como referencia, Bangor está a una hora al noroeste del Parque Nacional Acadia. Hicks dijo a los investigadores que estranguló a las tres mujeres y desmembró sus cuerpos para deshacerse de las evidencias.


Aunque Leslie fue golpeada hasta la muerte y no estrangulada, la policía decidió investigar a James.

Desafortunadamente, no encontraron ninguna evidencia que lo conectase con el caso de Leslie y, hasta el día de hoy, la policía de Maine nunca ha confirmado si James era o se considera actualmente sospechoso.


Todo lo que sabemos es que atacó a mujeres en el mismo rango de edad que Leslie, que era de Maine y confesó haber matado durante el mismo año en que ella murió. Ya sea que esté conectado con Leslie o no, afortunadamente James fue condenado por los asesinatos de Jerilyn Towers y Lynn Willette en el año 2000. Todavía está vivo y actualmente cumple dos cadenas perpetuas en la prisión estatal de Maine.


Así, se volvió a congelar el caso, pues no hubo más actualizaciones significativas durante algunos años.


En el verano de 2007, 30 años después del día de su asesinato, la Policía Estatal de Maine realizó una conferencia de prensa para devolver la atención sobre el caso de Leslie y hacer saber al público que no habían dejado de investigar su muerte. La policía comunicó a los medios que esperaban que los avances en el ADN y la tecnología forense pudieran brindarles nuevas formas de analizar las evidencias y darles algo nuevo para continuar, pero hasta el momento todavía no tenían sospechosos.


Según un informe de Toni-Lynn Robbins para Bangor Daily News, la hermana de Leslie, Amy, estuvo presente en esa conferencia de prensa. Dijo que nunca dejaría de buscar justicia para su hermana: “Nunca termina. Nunca desaparece. Me gustaría saber quién lo hizo y dónde está ahora”.


En junio de 2017, el 40 aniversario del asesinato de Leslie llegó y pasó aparentemente sin atención de los medios. Si la policía ha utilizado nueva tecnología para hacer avanzar el caso de Leslie como dijeron que lo harían en 2007... esa información no se ha publicado.


Un reportero de Fox 22 Bangor Online News habló con los residentes de toda la vida de Northeast Harbor en 2019 para un artículo conmemorativo sobre el caso, según ese artículo, los residentes de la comunidad siempre se han preguntado si el asesino de Leslie era alguien que estaba de paso o podría haber sido alguien de su ciudad.

Los lugareños de Northeast Harbor no recordaban un asesinato en su ciudad natal antes de 1977 y han tenido muy pocos desde entonces. Es un lugar al que viajan visitantes de todas partes, para disfrutar del aire libre y explorar la belleza intacta y protegida de la naturaleza.


Ese mismo atractivo es lo que atrajo a Leslie Spellman al área en el verano de 1977.


Ahora que han pasado casi 45 años... el retrato del sospechoso, no creemos que sea de alguna utilidad, ya que quienquiera que sea el asesino habrá envejecido o incluso podría estar muerto.


Aún así, todavía podría haber alguien vivo que pudiera ver ese viejo boceto de él y reconocerlo de cuando era más joven.


Los seres queridos de Leslie todavía esperan justicia mientras continúan viviendo en perpetua angustia.


El asesino de Leslie no la secuestró al amparo de la noche, ella probablemente aceptó que la llevaran pensando que el amable extraño la llevaría a donde se dirigía de manera segura. Nunca esperó sufrir el destino que tuvo y que su asesino quedara libre durante tanto tiempo.


Es un caso absolutamente descorazonador y esperaos sinceramente que algún día se logre hacer justicia.


Recordad, No estáis solos! BIENVENIDOS A LA CRIPTA! 🍷🍷


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